Agente sospechoso de asesinar a pareja de ancianos en Isabela se priva de su vida

Según la Policía, el uniformado se quitó la vida esta mañana cuando su casa iba a ser allanada con relación a la investigación del doble asesinato




ISABELA – Un agente adscrito al Distrito de Aguadilla se privó de la vida temprano esta mañana cuando su casa iba a ser allanada por un contingente de investigadores del Cuerpo de Investigaciones Criminales (CIC) con el apoyo de unidades técnicas y del SWAT, en búsqueda de evidencias que lo conecten con el vicioso asesinato de su padrino en la santería Idelfonso Janeiro Rodríguez, de 83 años, y Angélica Adorno Cruzado, de 77.

Los cadáveres de la pareja fueron hallados en la noche del 11 de octubre, atados, amordazados y baleados en su hogar en el kilómetro 1.6 de la carretera PR-112, en el barrio Arenales Bajos.


Cuando los agentes de SWAT tocaron la puerta para anunciar el allanamiento, el oficial, quien vivía solo, prendió la luz, después la apagó y se oyó la detonación del mortal disparo con el que se privó de la vida en una habitación.

La hermética investigación en torno al asesinato del octogenario, que era babalao en la religión yoruba y de su esposa, reveló que el agente, de unos 50 años de edad y con 20 años de servicio en la Policía, era su ahijado en la santería desde hace más de una década.

El agente frecuentaba la casa donde era tratado como un hijo, y conocía de los negocios y actividades económicas de la pareja.

Después del hallazgo de los cadáveres, el agente prácticamente desapareció, y aunque vivía cerca de las víctimas, muchos vecinos y amigos del babalao se sintieron extrañados de no verlo en el lugar ni en el velorio. El agente supuestamente estaba de vacaciones, y estaba supuesto a regresar a sus labores, pero pidió unos días por enfermedad. A finales de la semana pasada, volvió a sus labores uniformado.

La investigación ha estado en manos de un grupo de agentes de la División de Homicidios del CIC de Aguadilla, bajo la dirección del teniente Orlando Camacho, y desde su inicio el coronel Roberto Rivera Miranda, responsable de la rama investigativa de la Policía, ha participado directamente junto a fiscales en numerosas gestiones junto al inspector Ricardo Haddock, coordinador de los CIC.


Días después de la muerte de los ancianos, un grupo de agentes del Centro de Recopilación, Análisis y Diseminación de Inteligencia Criminal (Cradic) habían obtenido imágenes captadas por una de las cámaras de seguridad que tenían en su hogar los esposos.

Las cámaras fueron arrancadas, pero los peritos adscritos a la superintendencia auxiliar en Investigaciones Criminales (SAIC) lograron recuperar algunas imágenes que quedaron guardadas en el sistema de seguridad que tenía la casa.