NUEVA YORK - Una mujer de 20 años recibió un disparo en la cabeza mientras paseaba a su bebé de tres meses, ayer, en una calle del Upper East Side, según informó la policía en declaraciones escritas.
La madre de la bebé de tres meses recibió un disparo mortal de un sospechoso que se le acercó por la parte de atrás cerca de la intersección de la Avenida Lexington y la calle 95 alrededor de las 8:30 p.m.
De acuerdo con las autoridades, la madre iba de camino a reunirse con el padre de la criatura, según un mensaje de texto que la joven le había enviado a sus familiares.
La mujer identificada como Azsia Johnson fue trasladada al Metropolitan Hospital Center donde el médico de turno certificó su muerte.
Según la policía, la bebé de tres meses no resultó herido, pero fue llevado a un hospital para su evaluación médica.
Además, las autoridades indicaron que al momento de los hechos el sospechoso vestía de negro y huyó de la escena a pie por la calle 95.
La Policía informó que se recuperó un casquillo de bala en la zona y realizaron un recorrido por el área en busca de evidencias.
Los familiares de Johnson indicaron a los investigadores del caso que al parecer la joven había sido agredida por un hombre que no ha sido identificado mientras estaba embarazada y no estaba segura si el hombre se involucraría en la vida del bebe.
Johnson ya tenía un hijo con su pareja anterior, publicó El Diario.
Mientras, la tía de la víctima, Sandra Johnson, describió a su sobrina como "una madre preciosa".
"Ayer (martes) mismo hablamos y nos decía que estaba deseando peinar a su hija", dijo la tía entre lágrimas a Daily News.
"Su hija nunca la conocerá. No se merecía eso", agregó.
"Es repugnante que le hiciera eso", dijo Johnson sobre el asesino de su sobrina.
Al momento, el padre del bebé no ha sido identificado como sospechoso del asesinato, mientras la policía busca dar con su paradero.
Por su parte, el alcalde de Nueva York, Eric Adams, durante una conferencia de prensa en el lugar del tiroteo, expresó que "más armas en nuestra ciudad significa más vidas perdidas".
"Significa más bebés llorando, mientras los que los aman yacen muertos", añadió.
Nueva York, al igual que muchas otras ciudades de Estados Unidos, ha tenido que hacer frente a la creciente preocupación por la delincuencia violenta, aunque las estadísticas de la policía neoyorquina muestran que los tiroteos han disminuido un 12% y los asesinatos un 13% en lo que va de año, en comparación con el mismo periodo del año anterior.